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Los siguientes, son poemas de Paloma Beth, una escritora que con sus letras sabe expresar los sentires del alma y el corazón.
ENTRE TÚ Y YO.
Entre tú y yo
Las cosas han cambiado,
Tú por tu lado
Y yo por el mío.
Aunque todo
Ya se ha terminado
Entre tú y yo.
Tan sólo quedan
Los recuerdos
De un amor.
Entre tú y yo.
CUANDO TE VEO
Cuando te veo siento algo especial,
Mi amor.
Cuando estoy sola
Tan sólo pienso en vos.
Quiero tenerte a mi lado
Para compartir los momentos
De un gran amor.
Cuando estoy a tu lado
Todo es mas lindo
Y no me importa nada
Si estas conmigo.
Te quiero, te amo
Mucho más cuando te veo…
Mi amor.
GRACIAS POR EXISTIR
Después de mucho tiempo
De esperarte
Con ansiedad.
Un día me encontré
Con tu mirada
Que era tan especial
Que me cautivó.
Hoy, mi amor.
Gracias por existir
Y por darme tu amor
Sin límites.
Valió la pena esperarte.
Gracias por existir…
Mi amor.
GOTAS DE AGUA
Iº.
Veo caer las gotas de agua
Y en cada una de ellas
Veo tu rostro, mi amor.
Veo caer las gotas de agua
Y en cada una de ellas
Veo tus ojos que me miran con amor.
Y me llenan de recuerdos
Que han sido momentos
De un gran amor.
Pero un día te fuiste
Y me pregunto por qué te fuiste
No entiendo por qué te fuiste
Si sabias que te quería
Mas que a mi vida.
Pero te fuiste sin decir nada.
Te quiero mi amor.
IIº.
Veo caer las gotas de agua
Y mis ojos han clavado la mirada
En las gotas de agua que caen
En la vereda.
Veo caer las gotas de agua
Y de pronto mis ojos
Se llenaron de lágrimas
Que caen como las gotas de agua,
Al preguntarme por qué te fuiste
Y no encuentro la respuesta.
Yo de pronto veo que alguien me llama
Y me dice “volví mi amor
Porque me di cuenta
Que te quiero demasiado”
Perdón mi amor,
Y lo abracé y lo besé.
Esta carta es un sentido homenaje a quien, aún dejando este mundo, deja impreso en el alma, el amor mas profundo que alguien puede dar.
CARTA A UN AMOR.
(Para Lisa Iara Campi Avellaneda)
(28/10/1977--21/03/2008)
Hace mucho tiempo que no hablo contigo y hay días en los que, al mirar las estrellas, puedo verte sonreír en el cielo; no sé que será de tu existencia ni que destino estás viviendo.
Para que sepas algo de mí; te cuento que cada tanto, la soledad me besa en la mejilla y en éstas letras, una profunda confesión se manifiesta al decir, que aún te pienso en secreto.
Por las noches busco protección en mis recuerdos ¡esa lealtad humana que uno tiene hacia lo perdido!, me quiebra las venas en mil pedazos.
Pero mi actual compromiso es; rescatar la confianza y la comprensión que, junto al amor, me supiste dar en aquellos momentos.
Y pienso que es extraño el destino, al separar a dos almas casi insolubles, aunque hoy, la gratitud inunda mi corazón, por el tiempo que supimos estar juntos.
Por eso sé que mi alma y la tuya, seguirán unidas…
Eternamente.
ACUERDO
Se oyen pasos en la eterna oscuridad de la noche, camina sigiloso por calles que nadie ha visto; a su lado lo acompañan un perro, un cuervo y un pájaro carpintero. Tres seres que los humanos aceptan en su mundo.
-
Vayan y díganle a los hombres, que estoy por llegar. Le dice el extraño, a los tres animales que lo escoltan.Los pájaros, sin vacilar, apresuran su marcha pero el perro se niega a ir tras su dueño y decirle que debe abandonar esta vida para siempre. Sin embargo, emprende el viaje; la tristeza le apreta el corazón y al llegar a su casa encuentra a su dueño, preso de la fiebre.
Al perro, los sentimientos le ahogan el alma y un llanto en forma de aullido desgarra el silencio reinante.
Luego de una interminable hora, llega el caminante donde se encuentra el canino, éste lo enfrenta no dejándolo avanzar. Ambos se miran en silencio a los ojos estudiando cada movimiento, cada respiración que producía el otro. Finalmente, el perro increpa al desconocido con una amenaza.
-
No me interesa quién seas, no te vas a llevar al que supo cuidarme cuando lo necesité.-
Está bien pero podemos llegar a un acuerdo… ¿Vos lo querés mucho a tu dueño, no?El perro asiente con la cabeza y comprende que tiene que tomar el lugar de su amo. La Muerte extiende su mano hacia el enfermo, quitándole la fiebre y dándosela al perro...
Martín Rey.
ENCUENTRO.
Amanece y la tierra bebe las últimas gotas de rocío que le regaló la noche; de lejos, el viento trae sonidos de un metal trabajando y observo que un hombre forjado por los años, se encuentra en contacto con la vida; semillas dispuestas a la siembra.
Pausadamente me acercó hacia él. No sé dónde estoy, sólo sé que desperté aquí, en un pueblo lejano a mi hogar. El hombre se percata de mi presencia y con el pico en la mano, levanta la vista, dirigiéndomela.
Siempre creí que sus vidas no eran agitados o importantes; él siempre creyó que la existencia en la ciudadela: Todo lujo y comodidad. Me adentro en sus ojos, él en los míos y ambos supimos qué vida tenía el otro. Pude ver que a las cinco canta el gallo y el trabajo empieza allí; el granjero vio en mí que la urbanidad es un mundo acelerado.
Yo comprendí que su contacto con la tierra es como poseer la vida eterna; el nombre entendió que en la ciudad la felicidad no es completa.
Martín Rey.REVELACIÓN
Sus ojos penetrantes, detenidamente leen un libro sin dar cuenta donde está su cuerpo. Una cafetería llena de voces y sombras juveniles, la rodean.
Ella con casi cuarenta años de edad, es profesora universitaria pero no le es suficiente, ¡algo falta! Y aun no descubre qué es. Su rostro cambió en los últimos meses; alguien ya lo ha notado, aunque prefiere callar ese descubrimiento. Sin embargo se acerca y le dice a la docente:
– Disculpe… Profesora, son las diez y cuarto.
– Cierto. Gracias. (Dice con aire de fastidio).
El muchacho regresa a su curso a esperar la clase. Ella en cambio, no deja de leer el libro unos quince minutos más. Pero la obligación de su trabajo no la deja continuar y se dirige al mismo lugar donde se encuentra aquel que la interrumpió en su lectura.
– No voy a hablar hoy de Comercio Internacional, sólo quiero decirles que me he dado cuenta, que enseñar no es lo mío…
– ¡Por fin! – se oye a lo lejos en voz baja.
– Si, exacto. Por fin me di cuenta pero atiendan esto: Nunca elijan una carrera que les dé plata solamente; elijan la que también les dé satisfacción en el alma y el corazón.
Concluye allí sus palabras y sin más se retira del salón diciendo que terminó la clase.
Suena, bandoneón
y la rata se toca un vals
en esta noche
de impermeables rosados.
Me miras, inerte;
no entendés nada
y la poesía te nace.
Pero de qué sirve
si hoy descanso en el nicho
De lo que fue
Un poeta estéril.
SOFÍA ROBLES
Síndrome del gato encadenado,
se te acaba la paciencia
y yo te espero.
El surrealismo se convierte
en virulana caliente
y yo me traspapelo
en tu chevi.
Perdé cuidado,
la banqueta de hormonas,
a esta altura,
ya no te sirven.
SOFÍA ROBLES.
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